En los últimos años se ha visto en Bogotá, cómo distintos muros a lo largo de la ciudad se han llenado de color a través del arte urbano responsable. Esta última palabra, es tal vez, el elemento más importante en las propuestas urbanas que han colmado recientemente la ciudad ya que ha permitido que jóvenes que en muchos casos no tenían un medio adecuado de expresión, pasen con su arte de la clandestinidad a ser considerados verdaderos ejemplos de manifestación cultural que aporta en la recuperación de áreas deprimidas, subutilizadas y en la transformación social de barrios o sectores urbanos. A menudo mantienen la atmósfera underground y el desconocimiento de su arte al no ser el centro de atención como artista o permanecer en el anonimato.

Lo que para muchos puede ser un simple rayón en un fachada, para los jóvenes artistas son tags, su firma o marca en un territorio determinado. Probablemente, este es el inicio de una escuela que ha ido creciendo y que con el paso del tiempo ha permitido ver una diversidad de técnicas y expresiones gráficas que hoy son visibles a lo largo y ancho de la ciudad, entre las que se encuentran el stencil, el foto realismo, el bombing, entre otros.
Esta nueva mirada ha hecho que del grafiti contestatario e ilegal se pase al Street Art o arte urbano, permitiendo que sea reconocido y esté al alcance de todos. Grandes murales hoy en día adornan la ciudad y posibilitan al transeúnte disfrutar del color y diversidad de técnicas y mensajes, algunos con fuertes críticas o con reflexiones en torno a la ciudad, la política o la cotidianidad, haciendo parte de nuevos imaginarios urbanos.

Así mismo, la percepción de vandalismo ha disminuido por diversas mesas de trabajo con los artistas que han permitido una reflexión sobre su aporte a la ciudad, llegando incluso a identificarse edificaciones institucionales o patrimoniales por fuera de estos espacios de expresión y generando una base de datos en algunas localidades de los lugares aptos para esta práctica.
De igual manera, cada año la misma ciudad permite a través de convocatorias públicas que más y mejores artistas puedan dejar su huella, contando con recursos económicos para su intervención, acompañados de talleres, recorridos que han permitido al ciudadano del común sorprenderse con estas iniciativas.
Muestra de ello pueden verse en Districto Grafiti , en la zona industrial de Puente Aranda o muchas de las propuestas que se ven en el Centro de la ciudad, en muros y culatas de la Calle 26, en inmediaciones del Parque Simón Bolívar dentro del Festival de Hip Hop al Parque, por mencionar solo algunos.
Nombres como Mantra, Ledania Anis, Guache, Chirrete Golden, Toxicómano, UMS, Vertigo entre otros son algunos de los que con su creatividad expresada con vinilos y aerosoles hoy en día decoran la ciudad y la han posicionado como una de las más atractivas en Latinoamérica en estas intervenciones.
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